En el monasterio Portocarrero, el mismísimo LUCIFER ha entrado para corromper a todas las almas que en él habitan.
Ha poseído al más sabio y venerable de los hermanos y con el paso del tiempo cada vez son más los que dan muestras de locura y de posesión diabólica.
Dios nos asista y tenga piedad de nuestras almas
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